Cómo adquirir la paz y esforzarse por mejorar
- Podremos tener mucha paz si no nos andamos metiendo con los dichos o hechos ajenos que no nos pertenecen. ¿Cómo es posible que permanezca en paz el que se inmiscuye en asuntos de otros, se interesa por exterioridades y poco o rara vez se recoge en sí mismo?. Felices los sencillos porque tendrán mucha paz.
- ¿Por qué razón muchos santos fueron tan perfectos y dados a la contemplación?. Porque continuamente se preocuparon de mortificar en ellos mismos los deseos deshonestos; por tanto, pudieron adherirse a Dios de todo corazón ocupándose entonces libremente del propio aprovechamiento. Nosotros somos poseídos por las propias pasiones y solicitados excesivamente por cosas pasajeras. Rara vez vencemos un vicio por completo, ni nos alentamos para perfeccionarnos cada día, por lo que permanecemos tibios y hasta fríos.
- Si estamos nosotros mismos perfectamente mortificados y por dentro poco comprometidos podemos saborear las realidades divinas y experimentar en cierta forma la contemplación del cielo. Nuestro total y máximo impedimento es que no somos libres de pasiones y deseos deshonestos y no nos esforzamos por ingresar en el perfecto camino de los santos. Cuando nos ocurre una pequeña adversidad muy pronto nos desanimamos y regresamos a los consuelos humanos.
- Si nos esforzáramos por mantenernos de pie en la batalla como seres enérgicos veríamos pronto llegar sobre nosotros desde el cielo, el auxilio de Dios. Él está preparado para venir a ayudar a los que están seguros y confían en su gracia. Si solamente en el cumplimiento exterior ponemos nuestro progreso religioso pronto llegará el fin de nuestra devoción. Apliquemos el hacha a la raíz y purificados de nuestras pasiones seamos dueños, en paz, de nuestra propia mente.
- Si cada año extirpamos uno solo de los defectos pronto nos convertiremos en seres perfeccionados. Pero reconocemos con frecuencia que sucede al contrario porque vemos que fuimos mejores y más puros al comienzo de nuestra conversación que después de muchos años de compromiso con Dios. El entusiasmo y aprovechamiento diariamente debería aumentar pero ahora parece gran cosa si alguien conserva un poco del primer fervor. Si al principio ponemos un poco de energía después todo lo podremos llevar a cabo con facilidad y alegría.
- Cosa seria es dejar lo acostumbrado y más serio es ir contra la propia voluntad. Pero si no vences lo pequeño y débil ¿cuándo superarás lo más difícil?. Resiste desde el inicio tus malas inclinaciones y abandona tus perversas costumbres no sea que poco a poco te conduzcan a mayores problemas. Si te dieras cuenta de cuánta paz adquirirías y qué alegría proporcionarías a los demás conduciéndote adecuadamente, pienso que serías mucho más cuidadoso con tu aprovechamiento espiritual.
Adquirir la Paz y Esforzarse por Mejorar
- Podremos tener mucha paz si no nos andamos metiendo con los dichos o hechos ajenos que no nos pertenecen. ¿Cómo es posible que permanezca en paz el que se inmiscuye en asuntos de otros, se interesa por exterioridades y poco o rara vez se recoge en sí mismo?. Felices los sencillos porque tendrán mucha paz.
- ¿Por qué razón muchos santos fueron tan perfectos y dados a la contemplación?. Porque continuamente se preocuparon de mortificar en ellos mismos los deseos deshonestos; por tanto, pudieron adherirse a Dios de todo corazón ocupándose entonces libremente del propio aprovechamiento. Nosotros somos poseídos por las propias pasiones y solicitados excesivamente por cosas pasajeras. Rara vez vencemos un vicio por completo, ni nos alentamos para perfeccionarnos cada día, por lo que permanecemos tibios y hasta fríos.
- Si estamos nosotros mismos perfectamente mortificados y por dentro poco comprometidos podemos saborear las realidades divinas y experimentar en cierta forma la contemplación del cielo. Nuestro total y máximo impedimento es que no somos libres de pasiones y deseos deshonestos y no nos esforzamos por ingresar en el perfecto camino de los santos. Cuando nos ocurre una pequeña adversidad muy pronto nos desanimamos y regresamos a los consuelos humanos.
- Si nos esforzáramos por mantenernos de pie en la batalla como seres enérgicos veríamos pronto llegar sobre nosotros desde el cielo, el auxilio de Dios. Él está preparado para venir a ayudar a los que están seguros y confían en su gracia. Si solamente en el cumplimiento exterior ponemos nuestro progreso religioso pronto llegará el fin de nuestra devoción. Apliquemos el hacha a la raíz y purificados de nuestras pasiones seamos dueños, en paz, de nuestra propia mente.
- Si cada año extirpamos uno solo de los defectos pronto nos convertiremos en seres perfeccionados. Pero reconocemos con frecuencia que sucede al contrario porque vemos que fuimos mejores y más puros al comienzo de nuestra conversación que después de muchos años de compromiso con Dios. El entusiasmo y aprovechamiento diariamente debería aumentar pero ahora parece gran cosa si alguien conserva un poco del primer fervor. Si al principio ponemos un poco de energía después todo lo podremos llevar a cabo con facilidad y alegría.
- Cosa seria es dejar lo acostumbrado y más serio es ir contra la propia voluntad. Pero si no vences lo pequeño y débil ¿cuándo superarás lo más difícil?. Resiste desde el inicio tus malas inclinaciones y abandona tus perversas costumbres no sea que poco a poco te conduzcan a mayores problemas. Si te dieras cuenta de cuánta paz adquirirías y qué alegría proporcionarías a los demás conduciéndote adecuadamente, pienso que serías mucho más cuidadoso con tu aprovechamiento espiritual.